Valeriano, Sastre, Juan y Paulo. Talicoles supervivientes a la dura etapa de hoy. Manolo, kikiu y David abandonaron la clásica de los muros |
Mañana despejada y algo de frío en la salida talicolera. Manolo sigue sin querer acompañar al grupo "me falta un par de semanas para estar en condiciones de tener el ritmo talicolero", afirmaba en la salida.
Se pone en marcha el pelotón que coincide los primeros kilómetros con la grupeta de GCVV pedaleando todos a un ritmo suave llegando hasta el cruce de La Murada.
Cuando los grupos se dispersan las sensaciones van cambiando se prepara la subida del "1º muro", el túnel de Orihuela, junto con otra grupeta ilicitana.
Empieza la subida, el ritmo se va incrementando todos quieren coger una buena posición, nadie quiere ceder, pero al final los últimos metros hacen daño y los ciclistas cruzan el túnel de uno en uno.
Relajación cruzando la ciudad oriolana, los siguientes "muros" estaban demasiado cerca. En Hurchillos comienza la lucha, las cómodas rampas antes de llegar al cruce del trasvase se realizan con tranquilidad, desde aquí el grupo talicolero ya se queda solo (la otra grupeta ilicitana va por otro camino) pensando en la siguiente tachuela, el " muro" que sube hasta la carretera del pantano.
Tras una bajada de vértigo los 500 metros de dureza que había para coronar la subida se realizan a "todo trapo", los componentes talicoleros no quieren dejar la oportunidad de ganar al compañero luchando hasta el último metro, viéndose varios sprints de "antología".
Sigue la etapa y sin dar descanso al cuerpo, los talicoles se preparaba en la calles de Benejuzar para subir la "pilarica", todos a buen ritmo coronan la tachuela, descenso rápido y camino de los siguientes "muros", en algunos rostros talicoleros se contempla la dureza de la etapa.
Se llega a un ritmo frenético hasta Algorfa donde los talicoles mas castigados aprovechan que el grupo GCVV llegaban por detrás para acorta el camino a Elche. Lo que quedaba de grupo se encaminó con descaro a cubrir los últimos kilómetros de jornada.
Calles de Rojales, camino de la subida a Ciudad Quesada que después de casi 80 kms. en las piernas se hizo demasiado dura, el cuarteto va luchando y consigue con algún que otro sufrimiento llegar arriba.
Sin descanso camino de la ultima dificultad "el muro del campo de golf", carretera que algún talicol desconocía, tomando a la ligera los pocos kilómetros de subida, pagando su atrevimiento al final del muro, pero los demás también acusaron el esfuerzo, mermando fuerzas para el regreso.
Con todos los muros ya superados los últimos 30 kms. fueron de mero trámite, intentando que el grupo fuese acoplado llevando un ritmo elevado pero cómodo hasta llegara a la meta.
La etapa "encerrona" que organizó Paulo dejó a todos con un buen sabor de boca, pero con un fuerte dolor de piernas.