24 horas de ciclismo, 460 kilómetros, casi 6000 metros de
altitud acumulada, casi 100.000 pedaladas, 10 litros de líquido, muchas
barritas y preparados, dos pinchazos, dos baterías agotadas del foco principal
y algún despiste que nos ha hecho reducir el recorrido inicial en tres
kilómetros y perder casi una hora de luz diurna.
Nos ponemos en marcha desde Playa Flamenca (Orihuela Costa) antes de la salida del sol en el
RETOALICANTE460 en su segunda edición, esta vez lo iniciamos desde el sur de la
provincia a escasos 12 kilómetros de límite con la provincia de Murcia y
siguiendo todo su litoral hasta llegar a la desembocadura del rio Molinell, límite
natural con la provincia de Valencia, 170 kilómetros con +2500 y un ligero aire lateral.
El objetivo es cruzar por el interior de todas las
localidades costeras evitando en lo posible la N-332 y N-340 se pierde tiempo
pero es mucho más seguro. Sin paradas cruzamos las localidades de Torrevieja,
Guardamar, La Marina, Santapola, Alicante y El Campello, ochenta kilómetros
completamente llanos y dar comienzo al primer tramo crítico de la mañana, los
escasos veinte kilómetros hasta La Vila se toman con mucha precaución debido al numeroso trafico.
Tras recorrer las calles de La Vila y Benidorm, iniciamos un segundo tramo con denso tráfico hasta
Altea donde realizamos el primer avituallamiento.
Dejamos atrás la localidad de la Marina Baja, los últimos siete kms. de la N-332
hasta Calpe, son peligrosos, con el poco arcén no es seguro para circular en bicicleta, pero los
conductores en este tramo respetan más que en otros lugares a los ciclistas.
Breve parada en Calpe para la foto de rigor y seguir la
marcha para realizar los últimos cuarenta kilómetros de la primera etapa por la
tortuosa carretera que conduce a Moraira contemplando las ensenadas y playas
del litoral teuladino, con el añadido del susto de la jornada, un pinchazo en
la rueda delantera en plena curva casi no hace “morder el polvo”.
Una corta pero dura subida nos lleva hasta la calles de
Benitachell y contemplar lo que el fuego ha causado en su paisaje, es desolador.
Hacemos un rodeo para llegar a Javea recorriendo casi toda su costa e iniciar la
subida al Cabo de San Antonio final en alto de la primera etapa con el termómetro marcando 30 grados.
En Denia tenemos el
segundo avituallamiento, este un poco más largo para recuperarnos y
proseguir con ganas el inicio de la segunda etapa con final en Banyeres de Mariola 102 kilómetros +2000, proseguimos la marcha junto al Mediterráneo hasta la desembocadura del rio
Molinell, límite natural con el término municipal de Oliva, aquí dejamos de ver
el mar y nos adentramos por la montaña alicantina.
Circulando por la carretera que cruza el Marjal PEGO-OLIVA,
llegamos a la localidad alicantina y dentro de sus calles tomamos un desvío
equivocado por caminos vecinales en dirección a Adzubia, cuando el asfalto
pasa a ser hormigón nace la preocupación, pero como íbamos de aventuras,
seguimos la marcha buscando alguna indicación, menos mal que un lugareño (alemán)
nos indica el camino de vuelta.
Cuarenta y cinco minutos perdidos y vuelta a empezar por la
carretera que atraviesa La Vall de la Gallinera. En Beniai una breve parada y nueva
preocupación, el cielo empieza a cerrarse amenazando lluvia, hablando con un
vecino del pueblo comenta que no me preocupe que estas nubes no son de agua,
solamente impiden ver la montaña en todo su esplendor.
subiendo La Vall de la Gallinera |
Beniai, el cielo se va cerrando |
algunos pueblos de la Vall de la Gallinera |
En lo alto del puerto de La Vall de la Gallinera se nos
viene la noche encima, cambio de iluminación para mayor seguridad, camino
Planes decidimos no ir hasta el Pantano de Beniarres, nos falló la logística y había que ir a lo seguro y llegar a tiempo a Muro de Alcoy pasando por Benimarfull para el último avituallamiento pasadas
las nueve de la noche, a
partir de ahí no había nada abierto hasta la meta (buscar por los pueblos algo
donde avituallarnos después de las once era improbable), Llenamos los bidones, cargamos una
botella de agua y alguna que otra bebida isotónica.
Volvemos a la ruta para completar la parte final de la segunda
etapa, los últimos veinticinco kilómetros con un lastre de cinco kilos más de
lo previsto. En la primera edición un fuerte viento nos mantuvo a raya hasta Banyeres
de Mariola pero este sábado el aire brillo por su ausencia haciendo más
llevadero el esfuerzo.
Castillo de Banyeres de Mariola |
El castillo de Banyeres de Mariola nos contempla antes de la
media noche, una parada más larga de lo habitual se hace necesaria para
cambiarnos de ropa y prepararnos mentalmente para la larga etapa final.
Imaginas la distancia entre Banyeres y Elche, la primera reacción
¡¡¡ ya está hecho!!!, pero cuando te percatas que la última etapa es la más larga,
empiezas a dudar, tienes que vencer a la fatiga y sobre todo a tu cabeza. La
solución fue bajar los números, no son 185 kilómetros + 1250 de ciclismo nocturno, solamente
son 8 horas encima de la bicicleta.
La carretera hasta Biar nos da alas, los kilómetros se hacen
con rapidez y aún más hasta Villena con la larga y recta bajada que aprovechamos
para ganar algún que otro minuto al crono.
Dejamos atrás la capital del Alto Vinalopó con dirección a
Pinoso, largos 40 kilómetros. que se nos hacen más amenos de lo previsto.
2,30 horas de la
madrugada saliendo de Pinoso a 120 kms. de la meta.
Toda la fatiga anterior queda en un segundo plano, solo
pensamos que el RETOALICANTE460 está cerca pero siempre hay algún que otro contratiempo,
llegando a El Rodriguillo una espesa niebla dificulta la visibilidad y toda
precaución es poca, se unía la oscuridad, la niebla y un nuevo pinchazo en la
rueda delantera en el mismo momento, otra larga parada y algo de frío.
Antes de llegar a El Algarrobo la niebla se disipa y volvemos al ritmo deseado.
Antes de llegar a El Algarrobo la niebla se disipa y volvemos al ritmo deseado.
Pasadas las cinco de la mañana entramos en Orihuela, última parada (menos
de veinte kilómetros para llegar a casa
en línea recta) las piernas ya lo ven hecho pero al cuentakilómetros aún
le faltan más de sesenta, nos queda el rodeo final Orihuela, Arneva, Bigastro,
Jacarilla, llegar al Pantano de la Pedrera camino de Torremendo y por fin Pilar
de la Horadada última localidad del RETOALICANTE460 donde el Mediterráneo se
vuelve a sentir, apenas quedan ocho kilómetros con tan solo 300 metros de
subida para volver al punto de salida, dando
por finalizado 24 horas después este RETO por toda la provincia alicantina.
Las claves para una ruta de ultra-fondo son:
Marcar un ritmo sostenido sin forzar en ningún
momento
No dejar de comer y beber
Parar cuando el cuerpo te lo pida
No pensar si una subida es demasiado fuerte
Ir preparado con una buena iluminación
Ir equipado con todo lo necesario
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