DE LA PLAYA A LA MONTAÑA

Ayer sábado los talicoles se volvieron a reunir después de un mes de inactividad oficial.

La llamada a la aventura inyectó la droga de la bicicleta al grupo talicolero y salvo Toni  por razones de índole familiar no pudo acudir a la cita.

Se unieron al grupo tanto Paco como Angel, buenos colegas amantes de la aventura, la tranquilidad y sobre todo del buen compañerismo.

El inició de la ruta a Torremanzanas subiendo el exigente Teix, empezó de una manera inusual, todos los talicoles en varios grupos, Paulo  y Angel desde La Torre de la Horadada, Vicente y el talicolín esperando en Alicante y el resto desde la salida habitual recogiendo a los playeros en el Altet.

En Alicante una vez  reunidos, empieza la marcha y a los pocos kilómetros un accidente de trafico afecta la grupo dividiéndolo en dos grupos. Tras varios kilómetros de incertidumbre y mucho móvil el grupo  se reagrupa en El Campello.

Desde Ahí empieza la aventura, la subida al Mesón de Concha camino de Aigües, poco a poco el grupo empieza a sumar kilómetros a sus espaldas, unos mas que otros, el esfuerzo que llevaban acumulados los que venían desde mas lejos, se refleja en Paulo que pasado las primeras curvas camino a Aigúes, empieza a flaquear mas de la cuenta y gracias a los compañeros pudo solventar el cansancio recibiendo ánimos y sobre todo compañía.

Breve parada en Aigües para reponer líquidos y  camino de Relleu, las primeras subidas hizo que  el grupo se dividiera,  por delante tanto Valeriano como Amai, marcaban el ritmo que apenas podían seguir Vicente, Jose como Paco, detrás con la ventaja de ir sin tanta premura, kikiu, Manolo y Angel acompañando a Paulo que intentaba conservar las pocos fuerzas que le quedaban, podían contemplar el fabuloso paisaje de la montaña alicantina  y charlar mas de la cuenta.

Nuevo reagrupamiento en Relleu y a partir de ahí, la carretera empieza a mirar hacía el cielo, las duras rampas,  los  kilómetros de sufrimiento final, los mas osados sufriendo por el fuerte ritmo de carrera , los novatos de este puerto por  no saber lo que pisaban visitando el Teix y los que no tenían fuerzas un calvario demasiado duro.

Pero después de tanto sufrimiento, dolor en las piernas, todo se queda en anécdota tras el reagrupamiento informal y esperado, la agradable compañía, el avituallamiento solido, la hora´larga de descanso,  comentarios, risas, buen ambiente y sobre todo disponer de tiempo para disfrutarlo. 

Cuando el grupo vuelve a subir en las bicicletas con Paulo totalmente recuperado, ( lo que hace una buena comida, unos buenos compañeros y un buen descanso) los talicoles vuelan hacia los interminables kilómetros de descenso hasta Jijona y  las largas rectas hasta Muchamiel, el fuerte viento de levante crea en el grupo la sensación de volar, atrás queda las duras rampas del Teix, los amagos de retirada, todo lo sufrido,  pero siempre está la sensación de haber disfrutado de las inmensas horas arriba de las bicicletas.

Los talicoles después de  su último avituallamiento liquido en Alicante, se dividen, los ilicitanos vuelan hacia Elche, los playeros hacía el mar y los mas tranquilos con el coche a la montaña.

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