El grupo de los talicoles realizaron la etapa mas dura de la temporada, subir en la misma jornada el Calar Alto y el Velefique ha sido todo un logro después de ver y sentir el esfuerzo que han realizado para acabar la dura prueba.
Ayer todos los talicoles inscritos en la marcha almeriense estaban listos a la hora de salida junto con los invitados Zafra y Pedro. Las dos horas largas de carretera se pasaron rápidamente hasta llegar a la población de Tíjola, inicio de la etapa.
Todos con el animo de empezar, subir puertos de verdad, de visitar pueblos y recorrer rutas nuevas que solamente se conocían por fotos, querían conocer de primera mano la dureza de los míticos puertos almerienses del Calar Alto y sobretodo del Velefique y sus famosas e inacabables curvas.
Empieza la etapa y en el primer kilómetro, Pedro coloca un ritmo elevado hasta la población de Serón. Algunos talicoles siguieron la marcha del "cartero"???, los mas tranquilos empezaron a calentar las piernas ante los casi 25 kms de puerto que venían a continuación. Llegada a Serón, con el grupo dividido se empieza las primeras y cómodas rampas del puerto, rápidamente Pedro se descuelga del grupo y decide ir por su cuenta y no realizar la ruta con los demás corredores.
Con el resto del grupo ya unido, empieza lo duro del puerto, la antigua carretera de Las Menas, una carretera en muy buen estado atravesando parajes de ensueño, llevando a casi la totalidad del pelotón a dosificar las fuerzas. Van pasando los kilómetros y el grupo se desperdiga llegando en varios grupos al cruce con la carretera que llevará a los talicoles al Calar Alto.
Quedaba todavía la mitad de puerto, el porcentaje pierde dureza y con un buen asfalto el grupo sigue ascendiendo llegando unido al segundo avituallamiento liquido, la fuente de Venta Luisa.
Se reinicia la marcha y pronto el cruce que lleva al grupo al observatorio, primeras rampas muy duras pero el esfuerzo vale la pena, las vistas desde los casi 2200 metros de altitud son únicas, los talicoles han conseguido el primer logro del día.
Bajada vertiginosa en dirección al Bérgal, las curvas y el rostro de los colegas almerienses que subían el puerto daba fe de la bajada tan peligrosa que estaban realizando , los kilómetros marcados en la carretera aparecían en un corto espacio de tiempo y sin querer se llega al cruce de Olula de Castro.
Una nueva tachuela después de la larga bajada mas la temperatura que empezaba a subir hace que algún talicol empiece a dar coletazos, los continuos toboganes, las miradas que divisaban el camino a seguir provocaba escalofríos. El corto puerto que llevaba a Castro de Filabres fundió a mas de uno y solamente el avituallamito sólido en el mesón del pueblo hizo levantar la moral a todos, pensando en lo que les quedaba.
Las dos y cuarto de la tarde y el grupo se pone en marcha, nadie comentaba nada, se volvia a bajar para llegar al fondo de valle y empezar los largos y duros quince kilómetros del puerto de Velefique. El grupo veía montañas por todos partes y al fondo las continuas rampas del puerto. La sensación que ofrecía observar desde lejos la carretera no parecía tan dura, pero al entrar en el pueblo de Velefique y sentir desde cerca los grandes desniveles el grupo sintió miedo. Cada talicol puso su marcha y curva a curva, metro a metro se sumaba a los kilómetros acumulados, el sol pegaba de lleno, con mucha fatiga se iba subiendo el Velefique y el viento en contra alivia el calor. Casi dos hora de continuo sufrimiento, de dolor muscular y sacando fuerzas de flaqueza el grupo muy desperdigado va coronando el duro puerto dejando por el camino algún "cadáver".
Tras el reagrupamiento, la larga y serpenteante bajada hasta Bacares con alguna que otra avería. Quedaba el último escollo, la corta tachuela para salir de Bacares, subida que en otro momento seria un paseo para los talicoles, pero después de casi 110 kilómetros a cuestas daba la sensación de subir un puerto de 1ª categoría.
Los últimos 20 kilómetros se hicieron eternos, la falta de agua y las ganas de llegar hicieron el resto, pero todo el agotamiento, la fatiga, el calor, ha valido la pena, una jornada esplendida; los paisajes, los pocos coches en todo el recorrido, disfrutar de las eternas horas encima de la bicicleta y sobre todo lo mejor, el buen ambiente de grupo.
Con esta etapa el grupo talicol pone fin a su temporada de verano, en septiembre volveremos con mayor animo y mejores expectativas.
FOTOS DE LA ETAPA se han incluido mas fotos
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